El auge que está teniendo el sector y mercado inmobiliario ha provocado que el contrato de arras sea uno de los medios utilizados por compradores y vendedores.
Quizás, muchos hayáis escuchado hablar de este contrato, pero realmente, ¿qué significa y qué consecuencias tiene el contrato de arras?
El contrato de arras es un tipo de contrato para la venta de una propiedad. En concreto, se trata de un pacto previo privado entre comprador y vendedor. En él, las partes se comprometen a realizar un contrato de compraventa futura de una propiedad a cambio de una cantidad de dinero en señal de la vivienda.
Por lo tanto, a través de este contrato privado entre las partes contratantes ambas partes contraen obligaciones. Entre ellas, el comprador se reserva el derecho sobre la compra y el vendedor se compromete a entregar el bien pactado y en las condiciones negociadas.
La importancia de firmar y formalizar el contrato de arras está en asegurar el cumplimiento de las condiciones pactadas. Por lo tanto, han de quedar registradas tanto las condiciones de la venta como las posibles consecuencias o penalizaciones.
Además de esto, el contrato de arras ha de contener la información mínima que implica cualquier tipo de contrato. En el caso en el que una de las partes contratantes sea un matrimonio en régimen de gananciales, bastará con la firma de uno de ellos. En el caso en el que se trate de una pareja en régimen de separación de bienes o no casada, ambos tendrán que firmar el contrato.
¿Cómo funciona el contrato de arras?
El contrato de arras hace referencia al anticipo que se otorga en un contrato de compra venta.
La cantidad entregada por el comprador se realiza en concepto de señal o adelanto, por lo que, normalmente, se descontará del precio final acordado. De esta forma, se establece un contrato en el que se podrá exigir el cumplimiento de las condiciones pactadas.
Las obligaciones del contrato de arras son similares a cualquier otro modelo de contrato. Por lo tanto, su cumplimiento es igual de obligatorio que el de cualquier otro contrato. De la misma forma, el incumplimiento de alguna de sus cláusulas será igualmente sancionado.
Podemos encontrar tres diferentes tipos de arras: confirmatorias, penales y penitenciales.
Las arras confirmatorias son las más comunes. Suponen un anticipo del precio total y funcionan como compromiso para realizar la compraventa.
El contrato de arras penales se utilizan como una garantía del cumplimiento del contrato. En caso de incumplimiento, supondrá una pérdida total o parcial de la señal proporcionada.
Finalmente, las penitenciales suponen la resolución unilateral del contrato a través de unas condiciones determinadas. En concreto, estas condiciones se recogen en el artículo 1454 del código civil. En este mismo artículo, se afirma que el contrato podrá rescindirse allanándose el comprador a perderlas, o el vendedor a devolver el doble. En este caso, se hace referencia a las arras penitenciales.
Como veis, se trata de un tipo de contrato como cualquier otro y, por lo tanto, se ha de tener en cuenta todas sus posibles consecuencias. En Asmcasas inmobiliaria en Benicasim, podrás pedir asesoramiento para no sufrir las posibles consecuencias.